A este paso el corte pixie será recordado como la tendencia capilar estrella de principios del siglo XXI, de la misma manera que el corte bob o el garçon lo fueron de los locos años veinte. Porque a estas alturas yo ya he perdido la cuenta de todas las celebridades que han pasado la melena por la tijera de forma tan radical durante los últimos dos años.

Algunas, como Anne Hathaway, tuvieron que hacerlo por exigencias del guión. Otras, como Jennifer Lawrence, tuvieron que hacerlo porque no les quedaba más remedio ya que tenían el pelo muy estropeado después de cambiar varias veces drásticamente de color por culpa de los rodajes. Pero otras, como Kaley Cuoco o Paz Vega, lo hicieron por el mero placer de cambiar de forma radical de look, o como estrategia infalible para volver a ser el centro de atención de los flashes en algún evento público.

La última en engrosar las listas de militantes del corte pixie ha sido la actriz Kate Mara, que ha sorprendido con su nuevo look en plena gira de promoción de su última película, la nueva adaptación cinematográfica de Los 4 fantásticos.

Según las propias declaraciones de Kate lo ha hecho por motivos laborales, para meterse en la piel de un nuevo personaje que va a interpretar. Pero está tan cómoda y contenta con su nuevo corte de pelo que no descarta quedarse con él una buena temporada. 

Está encantadísima de la vida con eso de no tener que pasar tanto tiempo lavándose y acicalándose la melena, dado que ella nunca ha sido de llevar peinados demasiado elaborados y lo habitual era verla siempre con estilos desenfadados e incluso un poco grunge.

El que no se ha tomado nada bien el cambio de look de Kate ha sido su padre, que al parecer al recibir un mensaje de texto de su hija diciendo que le echaba de menos, no tuvo otra reacción que la de contestar yo echo de menos tu pelo.

La actriz tiene unas facciones pequeñas y muy bonitas, por lo que el corte pixie le queda bastante bien. A mí personalmente me gusta más cuando lleva la melena en un bob ondulado y desfilado, y sobre todo la prefiero también con los tonos cobrizos a los que suele ser fiel, ya que cuando se ha pasado de rubia ha terminado por echarse años encima, al menos desde mi punto de vista. Os dejo con una galería con algunos de sus distintos looks. ¿Cuál os gusta más?

La caída del cabello, ya sea por causas estacionales, por estrés, genética o lo que sea, nos pone nerviosos a todos. Más aún si nos estamos dejando crecer el pelo o si ya lo tenemos muy largo. Es normal perder entre 100 y 150 cabellos cada día. Pero cuando estos cabellos miden más de 50 cm. —como es mi caso— 150 son un puñado lo suficientemente consistente como para atascar el desagüe de la ducha. Así que supongo que resulta inevitable alarmarse un poco durante esas épocas del año en que la caída habitual resulta algo más intensa.

Contra la pérdida natural poco podemos hacer, ya que forma parte del ciclo de renovación de nuestra melena. Pero un porcentaje de la caída del cabello corresponde también con malos hábitos de vida o con la forma en que lavamos, secamos y peinamos nuestra cabellera.

Afortunadamente en este último caso sí que podemos ponernos manos a la obra para solucionarlo y disminuir la caída, y ese es el objetivo que tienen los consejos que he querido compartir con vosotros en mi Cosmoclip de esta semana.

Cuando me propuse retomar mi canal de Youtube decidí que, para que publicar vídeos allí no acabara por convertirse en una obligación, apostaría por la espontaneidad y la comodidad más absoluta: grabar y editar directamente desde mi iPad y olvidarme de focos y toda la parafernalia que uso para mis Cosmoclips.

De esta forma la tarea se convierte en algo divertido y puedo permitirme grabar pequeños consejos que me parecen prácticos sin tener que planificarlo todo demasiado.

Y eso es precisamente lo que hice anoche. Estaba a punto de meterme en la cama; me había lavado el pelo por la mañana y quería que aguantase limpio al menos un día más —no es algo sencillo cuando se tiene el pelo graso—, así que iba a echar mano de mis trucos habituales para mantener la grasa a raya mientras duermo. Y pensé que sería buena idea grabarlo todo mientras lo iba haciendo para compartirlo aquí por si alguien que me lee tiene el mismo problema. 

Lo edité rápido, lo subí en seguida a Youtube y lo compartí en mi página de Facebook. Te aconsejo que te pases por mi fanpage de vez en cuando, porque a menudo comparto allí fotos, vídeos y consejos que muchas veces no me da tiempo de publicar en el blog. ;)

Y ahora sí, aquí está el vídeo con mis trucos para que no se me engrase demasiado el pelo mientras duermo.

Es inevitable que el verano le pase factura a nuestra piel. En mi caso este año me la notaba un poco apagada, y aunque suelo ser muy meticulosa con mis rituales de limpieza, sentía los poros algo taponados y con tendencia a granitos. Supongo que es el precio a pagar por estar todo el día embadurnada de protectores solares de factor 50, porque aunque los que uso no son precisamente los más grasos es normal que las pieles mixtas acaben sufriendo un poco y se engrasen algo más de la cuenta.

Por eso pensé que era el momento oportuno para hacerme algún tratamiento de cabina para empezar el otoño con buen pie y volví por segunda vez a Albanta, un centro de estética de Logroño en el que este verano me hicieron un tratamiento de parafina para hidratar las manos que me gustó mucho.

En Albanta me hicieron un diagnóstico de la piel y me propusieron una limpieza a fondo con extracción manual de puntitos negros e impurezas, y un tratamiento a base de ginseng siberiano para revitalizar la piel y devolverle la elasticidad y la luminosidad. Ha sido una experiencia estupenda y estoy contenta con el resultado, así que quiero compartir en un post los detalles del tratamiento por si alguna se anima a hacérselo también. 

El tratamiento constaba de varias fases y empezaba con una exfoliación combinada de acción mecánica (con granos de polietileno) y queratolítica (con extracto de piña), para eliminar las celúlas muertas de las capas más superficiales de la piel.

A continuación me aplicaron un suero revelador a base de aceite de espino amarillo y el concentrado de ginseng siberiano. Esta combinación estimula la renovación celular y ayuda a combatir el estrés oxidativo.

El siguiente paso fue la extracción de puntitos negros e impurezas. Era la primera vez que me hacía una en cabina, y no sé por qué iba con la idea de que iba a ser algo molesto o doloroso, pero me la hicieron con muchísimo cuidado.

Después de la extracción llegó el momento de relajarse con un masaje en cara, cuello y escote con una crema densa y muy agradable a base de extracto de boldo, que ayuda a calmar y normalizar la flora cutánea.

El penúltimo paso, que es el que podéis ver en las dos últimas fotos, fue el más curioso. Primero me aplicaron extracto de levaduras y un complejo hidratante a base de ácido hialurónico y ginseng siberiano, y sobre esta mezcla aplicaron bicarbonato de sodio. Al contacto con el polvo, el gel se transformó en una especie de mousse. Entonces, encima de esa mezcla, me pusieron las gasas que veis en la foto y aplicaron encima una nueva mascarilla de vitamina C bastante densa, con la textura como de un yogur.

Me la dejaron actuar durante unos 15 o 20 minutos —no sé el tiempo exacto porque estaba a oscuras y con música relajante y me faltó poco para echarme allí mismo una buena siesta—, y después de retirarla finalizaron el tratamiento con una crema energizante de efecto tensor a base de extracto de mandioca, polvos soft focus y extracto de ginseng siberiano.

Además de muy desestresada, salí del centro de estética con la piel relajada y flexible. Me dieron varias muestrecitas de una crema de día y otra de noche para seguir unos días más con el tratamiento en casa.

Aunque la mejoría es notable en todo el rostro, me ha sorprendido ver cómo ha mejorado la piel del escote, que este año estaba más débil y deshidratada que de costumbre. Ya estaba empezando a plantearme comprar una crema específica para esta zona tan delicada —de momento me apaño con la misma que para el resto del rostro—, pero después del tratamiento en Albanta la noto mucho más recuperada de los estragos del sol.

La duración del tratamiento es de unas dos horas aproximadamente, y el precio es de 79€. En mi opinión, ha merecido y mucho la pena, y probablemente repita de aquí a unos meses.

No es ningún secreto que todas las personas albergamos inseguridades en lo referente a nuestro físico, aunque sin duda somos las mujeres las que podemos llegar a sentir mayor presión en ese sentido. Hemos crecido rodeadas de revistas de moda y de anuncios de televisión que nos dejaban muy clara la imagen que debería tener la mujer perfecta: 90-60-90, talla 36-38, piernas largas, labios carnosos, melena abundante, piel tersa sin acné ni arrugas.

Y parece que nos han grabado a fuego la convicción de que cualquier mujer que se aleje lo más mínimo de ese ideal de perfección y que no cumpla con unas medidas proporcionadas y perfectas no merece el privilegio de ponerse la ropa que le guste y le apetezca.

Pero lo peor de todo es que muchas veces somos nosotras mismas las que nos autocensuramos y hacemos una montaña de los insignificantes granitos de arena que son nuestros defectos. Para combatir esta actitud tan negativa sobre nosotras mismas nada mejor que echar un vistazo a este vídeo que acabo de encontrarme por Facebook y que viene firmado por Amazon. Espero que os guste y que os ayude a ser más autoindulgentes. ;)

Mucho antes de que Alessandra Ambrosio desatara la fiebre de la velaterapia al desvelar que era su secreto para mantener a raya las puntas abiertas, ya había en Madrid un peluquero que usaba el fuego para dar forma a las melenas de sus clientes. Se trata de Alberto Olmedo, que lejos de conformarse con pasar una tímida vela por las puntas abiertas, se atreve incluso a hacer un corte a capas a golpe de soplete.

Una técnica no apta para las más aprehensivas, aunque tampoco se quedan atrás en lo que a emoción se refiere los cortes que el peluquero hace empuñando dos katanas o hasta seis tijeras al mismo tiempo.

Vi un reportaje sobre él hará algo más de año y medio, y recuerdo que en aquel momento me apeteció dedicarle un post por si alguno de vosotros no lo conocíais, pero lo dejé pasar y al final me olvidé del asunto. Esta semana me ha vuelto a llegar a través de Facebook y he querido rescatar el vídeo de ese pequeño reportaje.

Creo que ver trabajar a este hombre debe de ser un verdadero espectáculo, pero no tengo del todo claro si dejaría mi melena a merced de estas técnicas tan poco ortodoxas. Aunque hay que decir a su favor que sus clientas parecen muy contentas con los resultados.

Aunque soy partidaria de los retoques de cirugía estética cuando están bien hechos por manos profesionales tengo bastante claro que no pasaría por una anestesia general para hacerme un lifting. He tenido que pasar por quirófano en varias ocasiones por motivos de salud y no es una experiencia que esté dispuesta a repetir por capricho.

Por eso mi propósito en lo referente a las arrugas consiste en intentar retrasar su aparición mientras pueda ayudándome de una buena hidratación y una alimentación adecuada, y sobre todo huyendo del sol. Estoy convencida de que si consigo mantener la piel sana y flexible a medida que cumplo años conseguiré envejecer bien dado que no tengo hábitos que la perjudiquen demasiado.

Pero a pesar de mi temor natural a los quirófanos puedo decir que en cambio las agujas no me dan miedo, y desde hace algún tiempo venía dándole vueltas a la idea de recurrir a los rellenos de ácido hialurónico para combatir esas primeras arruguitas que ya se me empiezan a marcar.

Pedí cita para informarme en la consulta del Dr. Óscar Villafañe en Pamplona, que después de evaluar mi piel y hablar conmigo sobre mis expectativas al respecto, me aconsejó un tratamiento de tres sesiones de PRP, que significa plasma rico en plaquetas. 

Ya desde que pasaron unas semanas de la primera sesión empecé a notar mejoría en la piel, así que le propuse al Dr. Villafañe grabar la segunda sesión para que mis amigas, que me habían preguntado al respecto, pudieran ver todo el proceso paso a paso.

A él le pareció bien la idea y el resultado es este vídeo que os dejo a continuación.

La consulta del Dr. Óscar Villafañe está en la calle Sancho el Fuerte nº 57, 1º A (Pamplona), y el teléfono para pedir cita es 948 258 695. En su página web podéis encontrar información más detallada y os aconsejo que os deis también una vuelta por su blog, porque tiene posts muy interesantes. ;)